03 julio 2009

2º Dia Selaya-Saja (por el atajo)

Colchones de fakir, duchas de agua fría, ojos como platos en nuestra primera noche es lo que nos tocó a algunos en la pensión en la que nos hospedamos esa noche. Por la mañana algún que otro cuerpo bastante zurrao y opíparo desayuno para enfrentar el día.

Hacia una mañana expléndida, el sol lucia con fuerza despe
jando nuestros temores de empeoramiento del tiempo, como parecia que iba a ocurrir viendo como se cernían nubes la tarde anterior y nos quedaba todo un dia para disfrutar de la ruta.

Encaminamos nuestros pasos hacia Tezanos, para empezar el sendero que a través del Perujo nos iría subiendo hacia Rasillo, precioso tramo que puso a prueba nuestras fuerzas en esa mañana y que nos iria acercando hacia Santiurde de Torazo y Borleña.
Este trozo de ruta es particularmente bello, trascurre en su primera parte por carreteras y caminos rurales a coger las pistas que te van ascendiendo al cordal, las vistas son preciosas, praderios salpicados de casas, ganado pastando, paisaje bucólico de la campiña cántabra .... a veces nos cruzamos con algún paisano, que de buena mañana sube a segar y que se nos queda mirando con extrañeza.


El paso por las Hoyas es particularmente bello, es un sendero de piedra tallada que prácticamente
permite ir en fila de a uno y atraviesa una maza preciosa y técnica, tierne el aliciente añadido de que hacia la mitad hay un par de ciruelos con buena carga de fruta, este año no tuvimos la suerte del pasado, no estaban aun a punto pero el sitio nos sirvió para parar y desayunar allí mismo, echarnos unas fotos y descansar un poco porque la subida hasta allí es bastante fuerte.

Desde allí fuerte descenso hacia Villasevil y el puente de la unión, en donde paramos a oir cantar las ranas (impresionante el ruido que metian) y admirar el lecho del río que tiene su miga.

Enseguida encaminaríamos nuestros pasos hacia Castillo Pedroso, esta vez, conocida la sosez de la subida, el peligro que conlleva por el tráfico y lo pestosa que se hace por carretera, decidimos meter una variante que la evitara, no se si fue peor el remedio que la enfermedad, porque la variante en cuestion te deja bastante mas arriba de Castillo Pedroso y tiene unas rampas bastante majas.
Sube serpenteando desde Borleña hacia Salcedillo, dejando al costado la ermita de Santa Leocadia.
De Salcedillo hasta Quintana de Toranzo te vas comiendo unos buenos rampones que te dejan las patas finas como el coral, pero la cosa no acaba aquí, enseguida se abandona el asfalto para entrar en terreno compacto que va picando hacia arriba mas y mas hasta dejarte en una especie de calzada romana que te va rompiendo el culo hasta coronar. A estas alturas, la verdad, poco importa, vas concentrado en subir y coronar ... y vas poco mas que como un burro detrás de una cuerda con tal de llegar arriba.

La bajada a la general impresionante, una trialera de lajas de pizarra, cantos y piedrolos varios que puso a prueba el material y la pericia de todos nosotros.
Una vez en la
general, reagrupamiento, un poquito de por favor, unas fotos y nos jamamos la quesada que habíamos comprado en Selaya, estábamos justito a la entrada de la pista que nos bajaría serpenteando por Rozadias y Las Cruces hasta Cotillo, pista que ya conocíamos del año pasado, muy rápida y divertida, eran casi las 2 cuando llegamos abajo y tan solo quedaban unos kilómetros de carretera bastante llanos para acercarnos hasta Pedredo y parar a comer, por la tarde tocaría la subida al Moral, larga como un día sin pan, había que reponer fuerzas ....

La subida al Moral desde Pedredo no tiene nada de particular, nada que no se haya contado ya.
Es una subida bastante larga aunque tendida (no así en los primeros tramos), de unos veintitantos kilómetros, a mi particularmente me parecería aburrida salvo la última fase y la primera, yo siempre la veo como una etapa de tres fases, la primera que te va subiendo por La Lastra hacia la Braña del Rodil, un trozo intermedio de carretera bastante soso pero con un magnifico paisaje hasta llegar al Sel del LLano y un tendido ascenso hacia el Moral en donde cogeríamos pista de descenso hacia Correpoco, descenso siempre siguiendo el arroyo Huzmeana muy muy rápido, en donde volvimos a estrujar manetas al máximo.

Salvo la rotura del núcleo de la rueda de Jesus (que se solucionó satisfactoriamente) no hubo ninguna incidencia en la ruta, el núcleo nos retrasó un poco y junto con que las nubes se metian amenazando agua hizo que de Correpoco a Saja fuesemos todos en estampida, llegamos justo a tiempo para no calarnos, cayó un tormentón que si nos llega a pillar arriba en El Moral, por ejemplo, nos tronza, pero tuvimos suerte, una vez descargadas la bicis y dejadas a buen recaudo, fuimos a tomar posesion de nuestras habitaciones, habiamos encargado habitaciones dobles, como en Selaya, lo que nunca ibamos a sospechar es que aquellas dobles que miraban a Peña Colsa tenian camas de matrimonio.


La noche prometía .......

No hay comentarios: