05 marzo 2009














Cielo estrellado y una luna impresionante fue lo que
fuimos a "cazar" anoche en una de las nocturnas de la semana.

Salimos desde Ampuero, Fonso , Flobato (del CastroMtb) y un servidor, dirección a las míticas rampas de la Bárcena.
Después de una corta deliberación, y por unanimidad, decidimos no fundirnos en esos rampones y tiramos hacia la izda. decididos a afrontar la subida a Cerbiago por detrás, afrontar la ascensión a Peñaflor y asaltar el menhir en una transición mas suave pero también bastante dura.

Fuimos ascendiendo la subida animados por la charleta y , curva tras curva, a la vez que íbamos ganando altura, las luces de Ampuero y alrededores, la ria, la bahía, y la gran arteria que es la autovía al fondo, ponían esa nota ambarina de sus luces recortadas sobre el fondo negro que envolvía nuestro rodar.

Arriba, un cielo cuajado de estrellas y una luna inmensa, lechosa y en momentos hasta difuminada iba acompañándonos en nuestra ascensión.
Llegados a Peñaflor y tras asaltar las primeras losas de la pista, sin
haber aún abandonado los ladridos de los perros de los caseríos que habíamos dejado un poco más abajo, empezamos a intuir el barro que nos iba a acompañar en casi todo el trayecto.
El ascenso por las losas al menhir es de lo poco que queda original de la antigua pista, y serpentea de subida, casi paralela a la pista nueva (con mucho mejor firme), regalándonos toda una suerte de roderas, losas y piedras que dan ese toque técnico a la subida y ese plus de dificultad.

Ya llegados al menhir hicimos nuestra parada oficial, para inmortalizar el momento y contemplar las vistas nocturnas impresionantes de Laredo, Santoña, Liendo que se presentaban ante nosotros, encendidas como estaban, como árboles de navidad.
Mas allá, en el horizonte lejano del mar, otras luces flotaban, c
omo una inmensa sopa de letras en el negro plato nocturno de nuestra querida bahía.

Del menhir bajamos por el sendero, disfrutando como chiquillos en cada salto, hasta dar con la pista pri
ncipal, la cuál bajamos metiendo plato, con todas la adrenalina "al dente" para , una vez abajo, regalarnos otra dosis más trialera, cortejando a "las tres mellizas" . Total, si éramos tres, tocábamos a una por cada bici.

La bajada por las mellizas, impresionante, lástima de la embarrada, es lo que tiene tirarle los tejos a aquellas tres, una vez bajadas y cortejadas, el trozo de transición hasta coger la "pista Toledo" era toda una ginkana de piscinas, escajos y barro, mucho barro, que hizo aún más divertida la velada.

Llegamos a Seña, sin haber abandonado aún y durante todo el trayecto el barro , pero satisfechos de la noche que nos habíamos regalado, tocaban a despedida, yo tiraría el descenso hacia Laredo, ellos aún se darían otro homenaje bajando a Limpias por la pista que te escupe "a saco" en el Cristo.
Luego tocaría ducha y cama no sin antes recordar los momentos gloriosos de la velada.


Un saludo compañeros, nos vemos en el camino.

3 comentarios:

charly dijo...

pues no me dais ninguna envidia...
joder que no...esta vez no pudo ser pero otra vez será
nos vemos
charly

Kleinxt dijo...

Hola compañero!!!, es verdad! a ver si te vemos pronto con focos....

Anónimo dijo...

Hola como siempre parece que uno estuviera alli leyendo tus cometarios. De momento para mi la noche es demasiado y esta la family...
Un saludo