Hola tropa.
Anoche , lunes, con mono de salir con faros , que tiene su encanto y engancha sobremanera, y con la pilas cargadas a tope, me hice una nocturna en solitario bastante guapa.
Llamé al compañero habitual de incursiones nocturnas , el infatigable Toledo, pero por ser lunes precisamente, me falló, así que lejos de amedrentarme por la oscuridad y la soledad de la noche, me puse el traje de luces y me metí al monte solito.
Hice básicamente la ruta que hicimos el domingo, salvo la mortal subida de última hora, lo demás fue prácticamente igual, cambie dicha subida por la gloriosa de los polveros, la antigua de la casa que han restaurado recientemente.
Es increíble lo que cambia el monte de noche, la paz que se respira y lo quieto que está todo.
He de deciros que dentro, entre los árboles , el frío es menos frío, y la rasca es menos rasca (otra cosa son las bajadas por carretera), una vez arriba, saliendo a la pista principal, me di un cumbreo guapo por aquellas pistillas , para dar a salir a la "del marikita" y, haciéndola al revés , de subida, dar a parar a la carretera de Vidular.
Una vez en ella, pues lo típico, bajada hasta Nates y pista rápida para casa, a las 9.30 estaba dejando la burra en el trastero, con una sensación en el cuerpo de los más agradable.
Desde el alto de Nates, arriba, cuando cumbreas desde Vidular, el paisaje nocturno es impresionante, si bonito es de día, de noche no lo es menos, la bahía de Laredo-Santoña, Colindres, Cicero, Limpias etc, brillan en la noche de manera especial, además, anoche había un cielo extraño y bello, me recordaba a los viejos tapices de las primeras versiones del Güindous, esas cielos con nubes que parecen mármoles.
Y nada más, hoy imagino que saldré en compañia, posiblemente Seña y alrededores, pero si convenzo a alguien igual nos vamos a Ocina, ¿ se anima alguien ?.
Un saludo compañeros, nos vemos en el camino ....
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